Ante nosotros se abrió camino un enzarzado silbero, Max entrelazó su mano con la mía, le ví a la cara y sonreí, bellos tiempos aquellos que tanto me hicieron sonreír y anhelar, donde fuera, donde estaba, que pasara?
Aquel imperial castillo, al que mi padre gobernará era tan solo piedras viejas, 8 estacas en un cementerio que cobraba vida, cada estaca era alguién, Yo, Max, Noa, quién era el siguiente o quienes eran?
Un temblor de tierra, dos se unián a nosotros eran mis guardianes los mayores soldados, Sol y Luna.
Faltaban 3, esperaríamos, abanzamos
Abanzamos, abanzamos av¡banzamos....
LLegamos a la Piedra Cabalgada, aquella piedra, donde el primer guerrero oculto se senatara. allí yacián los restos de lo que fueran grandes robles y casatañas.
De pronto a lo lejos en el cementerio se oyo una gaita y una pandereta, y en ese mismo sitio los pasos de un gigante.
Estabamos todos púes, o quizás no, quien sabe.
Con Mi magia volví a hacer crecer robles y castaños.
No, No, no podía ser mi magía no era suficiente.
-Tránquila, por que no vamos al castillo, nuestra vida debe ser reconstruída-me dijo la melódica voz susurrante de Max
-Deberíamos...
-Anda vamos a correr, es hermoso, hacia tanto tiempo 300 años,,,
-300 años sin ti, quien lo podría penssar?
-Tú nunca desapareciste de mí, eres parte de mí si mueres tu yo muero contigo
Algo terrible nos esperaba, algo que aun no quería pensar, algo que quizás nadie quiera saber, o quizás...